PUREZA DEL ORO

En joyería, el oro no se usa en estado puro, ya que al ser tan blando las piezas se deformarían con facilidad. Por este motivo, el oro puro se combina con otros metales para endurecerlo y poder trabajarlo mejor. La parte de metal que se añade al oro puro se denomina liga. Como resultado de esta mezcla, obtenemos una aleación de oro que tendrá más o menos pureza dependiendo de la cantidad de oro puro que le añadamos.

Para medir la pureza del oro utilizamos los quilates (k) o las milésimas. Un quilate corresponde a 1/24 parte de la masa total de la aleación mientras que las milésimas se refieren al número de partes de oro puro por cada mil partes de la aleación.

Por tanto, cuando hablamos de oro de 24k (999,9 milésimas) nos referimos al oro puro, ya que 24/24 partes son de oro puro y 999/1000 milésimas son de oro puro.

En España, el oro de 1ª ley corresponde al oro de 18k (750 milésimas). Este oro está compuesto por 18/24 partes de oro puro y 6/24 partes de aleaciones de otros metales o lo que es lo mismo 750/1000 milésimas son de oro puro y 250/1000 milésimas son de aleaciones de otros metales, lo que supone una pureza del 75%.

No debemos confundir los quilates que se refieren a la pureza del oro (k), con los quilates que representan la unidad de masa usada para pesar las gemas (1ct= 0,20g).

COLOR DEL ORO

El oro se puede combinar con otros metales para aportarle características que originalmente no posee, como dureza, solidez o color. La modificación cromática del oro es uno de sus aspectos más interesantes. A continuación, representamos las distintas proporciones de metales que se utilizan para obtener oro amarillo, blanco y rosa de 1ª ley.

Es el color más conocido y sin duda el más utilizado en joyería. Combina a la perfección con las gemas de color y es el oro que asociamos de inmediato a la calidad y la exquisitez. Todo un clásico en las alianzas de boda.

Es el color más utilizado para la fabricación de joyas y alianzas con brillantería. Su color es de un tono gris amarillento, por lo cual requiere de un baño periódico de rodio para conseguir ese tono blanco tan característico.

Muy de tendencia en los últimos años, es el color más cálido y delicado. Se utiliza tanto para añadir un toque de color a las joyas como para realizar alianzas de boda y joyas menos convencionales.

PUREZA DE LA PLATA

La plata pura es muy blanda y por este motivo necesitamos combinarla con otros metales, principalmente el cobre, para endurecerla y trabajarla mejor. La pureza de la plata se mide en milésimas (número de partes de plata pura por cada mil partes de la aleación).

La plata pura posee 999 milésimas, lo que se considera una pureza del 99´9% ya que 999/1000 milésimas son de plata pura.En España, la plata 1ª ley corresponde a 925 milésimas, la cual equivale a una pureza del 92,5%. Esta plata está compuesta por 925/1000 milésimas de plata pura y 75/1000 milésimas de aleaciones de otros metales.

La plata se ha utilizado tradicionalmente para la fabricación de piezas de orfebrería, ornamentación y en la acuñación de monedas. Debido a la subida vertiginosa del oro en la última década, se ha puesto muy en auge la fabricación de joyería en plata, obteniéndose piezas muy atractivas a un precio mucho menor que las realizadas en oro.

Una de las propiedades de la plata es que se ennegrece o empaña muy rápidamente. Por ello es habitual que la joyería realizada en plata venga tratada con un baño de rodio el cual evita esta reacción.

PUREZA DEL PLATINO

El platino puro al igual que el oro y la plata, se alea con otros metales para poder trabajarlo en joyería. La pureza del platino se mide en milésimas (número de partes de platino puro por cada mil partes de la aleación). El platino puro posee 999 milésimas, lo que se considera una pureza del 99´9% ya que 999/1000 milésimas son de platino puro. En España, el platino ley corresponde a 950 milésimas, la cual equivale a una pureza del 95%. Este platino está compuesto por 950/1000 milésimas de platino puro y 50/1000 milésimas de aleaciones de otros metales.

El platino comenzó a utilizarse en la fabricación de alta joyería a finales del SXIX hasta que a mediados del SXX se empezó a trabajar con la aleación de oro blanco. Desde entonces su uso en joyería ha bajado notablemente. A día de hoy el platino se sigue utilizando, aunque en menor medida, para confeccionar joyas de alta gama y alianzas de boda, siendo una de las ventajas que su color blanco tan apreciado es inalterable y por tanto, requiere de un mantenimiento menor que el oro blanco.

El platino, debido a sus propiedades físicas y a su alto punto de fusión, es un metal caro y difícil de trabajar. Además, al ser más pesado que el oro, para fabricar la misma joya se requiere mayor cantidad de platino que de oro. Esto añadido a que el platino se trabaja con una pureza mayor que el oro, da como resultado que la joyería en platino tenga un coste muy superior, aún incluso cuando la cotización del platino a día de hoy, sea inferior a la del oro.