El diamante es el mineral más duro que existen en la naturaleza (10 en la escala de Mohs) pero nos referimos a la dureza frente al rayado, es decir que un diamante sólo puede ser rayado por otro diamante. Sin embargo, es a su vez frágil y puede romperse debido a los golpes y a una mala manipulación.
Aunque es el mineral más valioso, sólo un pequeño porcentaje de la producción mundial es calidad gema (la calidad apta para joyería). Estos diamantes son incoloros o con leves tintes amarillentos, transparentes y con diminutas inclusiones que en algunos casos sólo son apreciables con una lupa de 10 aumentos (10x). El resto de diamantes más defectuosos que no alcanzan la calidad gema, son usados para fines industriales.
Dentro de la calidad gema, los diamantes son valorados y clasificados internacionalmente atendiendo al sistema de las 4 Cs: carat (peso en quilates), clarity (pureza), color (color) y cut (talla).
Todos los diamantes comercializados en LOALBA han sido minuciosamente seleccionados atendiendo a los más altos estándares de calidad y van certificados por nuestro equipo de gemólogos. Además, los diamantes de mayor quilataje vienen acompañados de certificados emitidos por laboratorios de reconocido prestigio internacional.
Asimismo, LOALBA garantiza que todos sus diamantes son naturales y cumplen las condiciones del “Proceso Kimberley” (sistema de certificación internacional cuya finalidad es evitar que los diamantes procedentes de países o zonas de conflicto sean comercializados).
LAS 4 Cs
1.QUILATES (CARAT)
Un quilate corresponde a la quinta parte de un gramo (1 ct =0,20 g) y es la unidad de medida no sólo de los diamantes, sino de la gran mayoría de gemas. También hablamos de los diamantes en puntos (points), es decir, 1 quilate corresponde a 100 puntos, y uno de 0,50 ct corresponde a 50 puntos. El precio de los diamantes varía de forma exponencial cuanto mayor es el quilataje, debido a que es mucho más difícil encontrar minerales de gran tamaño.
No debemos confundir los quilates como unidad de masa usada en las gemas (1ct= 0,20g) con los quilates que se refieren a la pureza de los metales usados en joyería (k). De esta forma cuando una joya es de 18k nos referimos a que está compuesta por 18/24 partes de oro puro y 6/24 partes de aleaciones de otros metales.
2.PUREZA(CLARITY)
Los grados de pureza van desde puros o sin imperfecciones visibles con una lupa de 10x, a imperfectos o con defectos que pueden verse a simple vista. Estas imperfecciones o inclusiones pueden ser negras (denominadas comúnmente como “carbones”) o blancas (falta de cristalización, fracturas, etc..)
- I.F.: no se observan inclusiones con una lupa 10x.
- V.V.S.1 / V.V.S.2: inclusiones muy difícilmente observables con una lupa 10x.
- V.S.1 / V.S.2: inclusiones difícilmente observables con una lupa 10x.
- S.I.1 / S.I.2: inclusiones y defectos externos fácilmente observables con una lupa 10x.
- I.1 : inclusiones y defectos externos muy fácilmente observables con una lupa 10x y visibles a simple vista sin necesidad de usar lupa 10x.
- I.2 / I.3: inclusiones y defectos externos muy visibles a simple vista sin necesidad de usar lupa 10x.
3.COLOR (COLOR)
La escala de color va desde D (incoloro) hasta Z (amarillo claro). Cuanto más blanco o incoloro es el mineral, más valioso les, siendo la gran mayoría de los diamantes que se extraen amarillentos, grises o marrones.
Ocasionalmente se encuentran en la naturaleza diamantes de color rojo, rosa, azul, verde o con un color amarillo muy intenso. Estos diamantes son clasificados dentro de los denominados “colores fantasía” (fancy colours) y son los más caros del mercado debido a su escasez y rareza.
4.TALLA (CUT)
Cuando hablamos de la talla de un diamante nos referimos por un lado a la calidad de la talla y por el otro, a la forma en que se tallan o lapidan las piedras. Una buena talla viene determinada por una simetría y proporciones óptimas y por la calidad en el acabado, siendo estos 3 factores determinantes a la hora de fijar el precio de un diamante, puesto que una talla excepcional hará resaltar el brillo y la belleza de un diamante. Este es la única C que depende del “saber hacer” humano.
Respecto a la forma en que se lapidan los diamantes, la más utilizada es la talla redonda o “brillante” con 58 facetas, puesto que es la que consigue aumentar al máximo el brillo de la piedra. De esta forma cuando hablamos de un brillante nos estamos refiriendo a un “diamante talla brillante”. Existen multitud de tallas siendo también muy usadas en joyería la talla princesa, baguette, esmeralda, pera y marquise.